La palabra perseguir de acuerdo al diccionario quiere decir “acosar”.
Y fue justamente eso lo que hizo David, estuvo acosando a sus enemigos hasta que los pudo alcanzar.
Me imagino que no fue nada fácil, cuántas dificultades debe haber encontrado por el camino, cuántos problemas, cuántas palabras negativas de personas que no estaban en la misma fe, me imagino el cansancio… pero hasta que no alcanzó a sus enemigos, no descansó.
Honestamente, el problema de muchas personas ha sido la falta de perseverancia y constancia en las cosas que quieren alcanzar, hay muchos que se desaniman demasiado pronto, y dejan para los demás lo que tenía que ser suyo.
Si yo tengo una meta, un objetivo, tengo que tener claro que nunca llegaré a la realización de lo que quiero sin enfrentar las situaciones más adversas.
Tengo que estar preparado para todo, ¡para todo, todo, todo!
Es preciso que esté de pie, vigilante y con la cabeza en alto, es preciso que enfrente los desafíos y mantenga la confianza en que, con Dios, soy más que vencedor.
Tengo que ser determinado, preciso, concreto, decidido, osado, intrépido, valeroso etc, etc, etc.
Mientas no consiga lo que quiere, no baje los brazos, no tire la toalla, no se desanime, siga luchando, ponga más fuerza de la que ha puesto y espere confiado porque la victoria llegará. Falta menos que antes…
Este lunes, lo esperamos en la Nación de los Vencedores, para que pueda seguir luchando en pos de sus sueños. A las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 en Av. Corrientes 4070.
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