Lunes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs, en Av. Corrientes 4070 - Almagro

miércoles, 22 de febrero de 2012

¿Cómo se ha visto a sí mismo?

Había una tierra muy buena para poseer. Moisés eligió 12 hombres, pero no eran hombres cualquiera, él tomo uno de cada tribu y los envió a ver la tierra. Regresaron, y 10 de ellos dijeron: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros (…) También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”, (Números 13:31-33). Pero los otros dos dijeron: “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.” (v. 30).

Todos los espías, a simple vista, eran iguales, tenían espadas y heridas de guerra, pero la diferencia estaba en su interior. Dentro de los 10 había negatividad, debilidad y dudas, por eso veían en la tierra un reflejo de su interior. En Josué y Caleb no había miedo ni dudas, los dos lograron ver lo mismo que los otros diez, pero vieron la situación de otra manera, porque su interior era distinto.

Usted ha tenido dificultades económicas, ¿cómo las ha visto? ¿Cómo se ha visto a usted mismo? Si se ve como un fracasado, será un fracasado; si se ve pequeño delante de los problemas, ellos serán gigantes ante usted. David, por ejemplo, era físicamente pequeño, pero a nivel espiritual era mucho mayor que el gigante, y por eso lo venció.

Todo depende de su interior. Por eso, busque primero el cambio en su interior, de esa forma, usted podrá creer en sí mismo, cambiará su forma de pensar y logrará vencer.

Lo esperamos este lunes a las 20 en Av. Corrientes 4070, Almagro.


 Silvia: “Cuando llegué a la Iglesia estaba llena de deudas, con problemas de todo tipo. En mi vida económica, así como entraba el dinero, se iba, siempre había una enfermedad, o se rompía algo. Gracias a Dios mis padres me ayudaban, sino hubiera pasado hambre. 

Cuando empecé a ser fiel diezmista las cosas empearon a salir bien. Pagué las deudas, estamos bien, tenemos nuestra casa, no nos falta nada, mi marido trabaja muy bien; gracias a Dios todo cambió para mejor.



 Nilda: “Pasé de haber vivido muy bien, trabajando en radio y cine a perder todo cuando murió mi marido. Me estafó un matrimonio ‘amigo’ y no sabía qué hacer. Perdí autos y propiedades. Buscando ayuda terminé peor, con ganas de suicidarme. Luché mucho y gracias a Dios conocí la Iglesia Universal. Empecé a poner en práctica lo que me enseñaban, fui fiel en mis diezmos y ofrendas. Así cobré juicios, pagué deudas, me jubilé, sigo trabajando en mi área y estoy empezando con un nuevo emprendimiento de nivel internacional. También tengo nuevas propiedades y planeo viajar a Israel”.

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