Lunes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs, en Av. Corrientes 4070 - Almagro

lunes, 9 de abril de 2012

Amplíe su visión para progresar

La expansión de su vida económica está en su cabeza. Si su pensamiento es grande, lo que sea que usted haga se moldeará a su forma de pensar, y será grande.

Quizá usted ya tiene su negocio, su trabajo o su empresa, que ya es grande, pero en su interior es pequeño. En ese caso sucederá lo mismo: el exterior se amoldará al interior, haciéndose pequeño. La expansión comienza en la cabeza.

¿Cómo expandir su negocio a través de la fe? “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.

Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones…”, (Isaías 54:2, 3).

La voluntad de Dios es que usted se expanda, que sea grande, que crezca, que su trabajo se desarrolle.
Sus límites están en su interior, pues usted es el único que puede determinar su expansión o estancamiento. La calidad de vida de una persona se determina a través de la calidad de fe que posee, y esa fe se alimenta de la visión propia y de la visión de la grandeza de Dios.

No basta sólo con ser un visionario, también debe tener visión de la grandeza de Dios.
No se preocupe con cosas pequeñas porque Dios quiere ponerlo al frente de grandes proyectos, empresas e ideas.

Amplíe su visión, no le ponga límites al Espíritu Santo, déjelo trabajar, para que seamos administradores de las riquezas de las naciones (Isaías 54).

Participe este lunes a las 20 y reciba más consejos para conquistar las grandezas de Dios. Lo esperamos en Av. Corrientes 4070.

Silvia: “Estaba en la miseria total. Toda mi vida estuvo marcada por la miseria, mi marido iba a un mercado a seleccionar comida de la basura. Hasta dependía de mis familiares para comprarle los pañales a mis hijos.

Cuando llegué a la Iglesia empecé a creer. A través de la fe logramos cambiar totalmente esa situación. Hoy tengo mi emprendimiento, fabrico cortinas y manteles; gracias a Dios no dependemos de nadie, podemos comprar lo que queremos y este mes nos entregan nuestro auto 0 km.”


 Mariano: “Mi vida era un caos, no teníamos ni para comer, dependíamos de la ayuda de la familia porque mi papá no tenía trabajo. Llegamos a vender las cosas de la casa para poder comer. Cuando llegué a la Iglesia cambió mi forma de pensar. Dejé de ser pesimista y empecé a creer que podía salir adelante. Así comencé con mi propio emprendimiento, paso a paso fui creciendo hasta que hoy tengo mi fábrica de butacas, estoy expandiéndome en el área de la ingeniería civil y me casé gracias a Dios”.

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