Natalia Ríos tenía todo lo necesario para desarrollar su vida laboral
de manera exitosa, sin embargo, no lograba resultados satisfactorios.
Nada le garantizaba ingresos seguros y continuos, no venía un desarrollo
en su vida económica. Pero cuando comenzó a participar de las reuniones
de la Universal el panorama cambió.
Lo primero que aprendió fue a ser
fiel en los diezmos, y las puertas se abrieron de manera tal que
consiguió un puesto en una entidad bancaria y desde hace 7 años disfruta
la tan ansiada estabilidad laboral.
La carta de la Organización de Estados Americanos, en su artículo 45
inciso a, contempla que: “Todos los seres humanos, sin distinción de
raza, sexo, nacionalidad, credo o condición social, tienen derecho al
bienestar material y a su desarrollo espiritual, en condiciones de
libertad, dignidad, igualdad de oportunidades y seguridad económica.”
Por ese motivo, así como Natalia logró ejercer sus derechos a través de
la fe, acérquese al Congreso Empresarial y luche por una vida bendecida.
Ella concurre a la IURD de Palermo ubicada en Av. Santa Fe 4445.
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